Injerto óseo para implantes dentales
El injerto óseo para colocar implantes dentales es una intervención que realizan los Doctores Miguel y David Peñarrocha, especialistas en cirugía bucal y en implantología, a través de un procedimiento seguro y sin dolor.
¿Qué es un injerto óseo para implantes dentales?
El proceso alveolar del hueso maxilar, que en condiciones de salud alberga los dientes, puede atrofiarse por diferentes motivos. Cuando esto ocurre y necesitamos reponer un diente perdido, puede que el hueso no cumpla los requisitos adecuados de calidad y cantidad para poder colocar implantes dentales. Es en estos casos cuando se hace necesario realizar una cirugía de injerto óseo.
El proceso alveolar, tanto del maxilar (superior) como de la mandíbula (inferior) se puede deteriorar por diversas razones como, por ejemplo:
- Enfermedad periodontal
- Atrofia ósea fisiológica tras la extracción dental
- Un traumatismo fuerte en los dientes
- Extracción dental traumática
- Por la presión de dentaduras postizas removibles utilizadas durante un largo periodo de tiempo.
Con el injerto de hueso el objetivo es recuperar el volumen suficiente de hueso alveolar para colocar implantes dentales donde antes no era posible y también, y no menos importante, para que estos implantes puedan mantenerse sanos en el tiempo.
Y es que, a los pacientes a los que les faltan uno o más dientes y requieren de implantes dentales tienen que saber que para que los implantes tengan estabilidad y salud a largo plazo, es necesario colocar el implante rodeado por 2 milímetros de hueso en todas direcciones. Si el implante mide alrededor de 4 milímetros de diámetro, esto quiere decir que en total necesitamos una cresta alveolar de 8 milímetros de anchura. Cuando esto no se pueda garantizar resultará necesario realizar un injerto óseo dental con el objetivo de reconstruir el hueso perdido.
Como es lógico, existen muchas técnicas para lograr la regeneración ósea, ya que existen muchos tipos de defectos de hueso. No es lo mismo partir de una cresta de 6 milímetros de anchura, en la que sólo tenemos que ganar 2 milímetros, que partir de una cresta de 1 milímetro o incluso inexistente. La dificultad, el tiempo y los riesgos del injerto óseo van a depender del punto de partida.
¿Cuál es el procedimiento para realizar el injerto óseo?
El injerto de hueso para colocar implantes dentales es una intervención que realizan los Doctores Peñarrocha, a través de un procedimiento seguro y sin dolor.
Además, cuentan con las instalaciones necesarias, equipamientos propios punteros y una experiencia dilatada en este tipo de casos.
Fase 1 Planificación
El especialista realiza un estudio previo completo que incluye fotografías, radiografías y, sobre todo, una tomografía computerizada (radiología tridimensional) para saber decidir cuántos implantes necesita el paciente, qué posiciones son las más adecuadas y comprobar si dispone de hueso suficiente para cada uno de esos implantes. En caso de existir falta de hueso, se decide la técnica de injerto más adecuada en función de la magnitud del defecto óseo.
Fase 2 Cirugía
La intervención quirúrgica del injerto dura normalmente entre 45 y 90 minutos, en función del tipo de técnica elegida y del tamaño del defecto. Para este tipo de cirugía se aplica anestesia local, y en los casos más complicados también se opta por la sedación consciente intravenosa. Cuando el defecto óseo es moderado solemos poder colocar los implantes simultáneamente con el injerto. Cuando el defecto es severo, puede ser conveniente hacer el injerto y los implantes en 2 intervenciones diferentes.
Fase 3 Recuperación
El período de recuperación para este tipo de intervención es de una a dos semanas. Es normal que haya bastante inflamación durante la primera semana, siendo máxima a las 48 horas y disminuyendo poco a poco hasta desaparecer a los 10-14 días. Una vez realizado el injerto óseo, el hueso regenerado tarda entre 4 y 9 meses en consolidar hasta el punto de poder continuar con el tratamiento de implantes (ya sea colocando los implantes si no se han colocado en la fase 2 o con la realización de la prótesis si los implantes se colocan a la vez que el injerto). El tiempo va a depender de la extensión del defecto y de la técnica empleada.
Materiales de injerto óseo para colocar implantes dentales
Autoinjerto
Se realiza el injerto óseo con hueso del propio paciente. Dicho hueso se traslada de una zona en la que hay abundancia a otra en la que hay déficit. El hueso se puede obtener de zonas diferentes dentro de la boca e incluso de otras partes del cuerpo. El 99% de los defectos que nos encontramos podemos regenerarlos con hueso obtenido de la propia boca del paciente. Las zonas donantes más importantes son: la rama mandibular, la sínfisis mandibular, el cigoma y la tuberosidad maxilar. A día de hoy el autoinjerto es el material con mayor capacidad para activar los procesos regeneradores y tiene la ventaja de que es completamente compatible con el paciente, dado que es su propio hueso. Figura 5 y 6 de caso clínico Reconstrucción ósea 3D con técnica Khoury
Aloinjerto
Este tipo hace referencia al hueso que proviene de otro ser humano. Tiene una gran ventaja y es que se dispone de toda la cantidad que sea necesaria y no implica un campo quirúrgico adicional para obtener hueso del donante. Sin embargo, tiene menor capacidad de favorecer la regeneración que el autoinjerto debido a los procesos de limpieza al que se somete el hueso de banco para que no haya riesgo de transmisión de enfermedades. Además, debido a los estrictos controles, es un material de mayor coste económico.
Xenoinjerto
Este material proviene de especies animales. Usualmente de vaca, caballo o cerdo. Su principal ventaja es que, como el aloinjerto, puede emplearse en cantidades ilimitadas y no requiere cirugía en el donante para extraer hueso y después colocarlo donde sea necesario. Además, gracias a diferentes tratamientos se obtienen materiales totalmente seguros para el uso en humanos. Tiene menor capacidad de favorecer la regeneración que los anteriores, por lo que se emplea en defectos poco importantes o combinado con autoinjerto.
Injerto aloplástico o sintético
Son materiales sintéticos desarrollados en laboratorios a partir de componentes básicos como fosfato, magnesio o sales de calcio. La ventaja de estos materiales es que se puede crear en el formato deseado. Actualmente funcionan de forma similar al xenoinjerto aunque en el futuro seguro que tendrán un gran desarrollo hasta el punto de que terminarán sustituyendo a los anteriores materiales.
Técnicas de injerto óseo para implantes
Regeneración ósea guiada
Consiste en la utilización de materiales de relleno (uno o varios de los anteriormente descritos) en formato de pequeñas partículas y recubiertos por una membrana que puede ser reabsorbible o no reabsorbible. La elección del material y de la membrana dependerá del tamaño del defecto. La combinación de la membrana y el relleno particulado debe quedar estable gracias a la tensión de la membrana que es fijada con sutura, microtornillos o chinchetas. La membrana tiene 2 funciones: estabilizar la regeneración y aislar el defecto de la encía. Con esta técnica tardamos entre 6 y 9 meses en tener hueso regenerado suficientemente maduro.
Injertos en bloque
Está técnica clásica consiste en obtener bloques de hueso del propio paciente, generalmente de otras zonas de la boca. A continuación el bloque se atornilla a la zona con atrofia ósea. Debido a que la Evidencia Científica ha demostrado que estos bloques se reabsorben, perdiendo la ganancia ósea lograda en un primer momento, esta técnica ha evolucionado y actualmente en lugar de bloques se utilizan láminas finas (de 1 milímetro de grosor) que se atornillan alejadas del hueso de la zona a regenerar. Entre la lámina y el hueso nativo del paciente se coloca material particulado (generalmente también autoinjerto). Esta técnica se conoce como injerto de Khoury por su desarrollador, y en cierta manera está a mitad camino entre los injertos en bloque y la regeneración ósea guiada.
Elevación de seno
Son técnicas que sólo pueden emplearse en la zona posterior superior, cuando la falta de hueso se debe a que el seno maxilar está muy cerca de la cavidad oral. Consiste en levantar la membrana de Schneider (una fina capa de epitelio) que recubre el seno maxilar por dentro y rellenar de material de injerto por debajo de dicha membrana. Con el tiempo ese material de injerto se convertirá en hueso del paciente. Esta técnica puede hacerse de manera indirecta o transcrestal (por el mismo agujero por el que luego se coloca el implante) o de manera directa o lateral (abordando el seno lateralmente. La técnica indirecta siempre es simultánea a la colocación del implante. En cambio, con la técnica directa a veces los implantes pueden colocarse simultáneamente y a veces es preciso esperar unos meses tras el injerto. La decisión de qué técnica realizar y de si colocar o no los implantes a la vez que el injerto va a depender de la cantidad de hueso que tiene el paciente y de cuánto necesitamos ganar.
Precio de un injerto de hueso dental
Cada paciente requiere un tipo de intervención u otro y unos cuidados diferentes. Por tanto, no hay un precio estándar marcado. Ponte en contacto con nosotros para cualquier duda. Estaremos encantados de atenderte e intentar ayudarte.
Preguntas frecuentes
En este apartado intentamos resolver todas las dudas que puedan surgir sobre el tratamiento de injerto óseo para implantes dentales.
- Para preservar el proceso alveolar → cuando el paciente pierde un diente, el hueso durante el proceso de curación sufre un proceso de remodelación y atrofia. La preservación del proceso alveolar consiste en colocar un material particulado de injerto en el interior del alveolo dentario. Esto previene parcialmente el colapso del hueso. Figura 22 de caso clínico Reconstrucción ósea 3D con técnica Khoury
- Regeneración del hueso horizontal o verticalmente→ cuando ya se ha producido una reabsorción ósea del proceso alveolar de los maxilares necesitaremos hacer un injerto para reconstruirlo.
- Para la elevación de senos→ cuando queremos reponer dientes perdidos en la zona maxilar posterior y el seno es amplio y está cerca de la cavidad bucal, podemos necesitar injertar el seno para tener suficiente hueso para los implantes.
- En la enfermedad periodontal→ es la única indicación no relacionada con la implantología. En este caso el injerto de hueso forma parte de la terapia periodontal, para intentar salvar dientes. La enfermedad periodontal tiene origen bacteriano y si no se trata correctamente conlleva la pérdida ósea dental. En algunas situaciones el profesional puede recomendar una cirugía periodontal regenerativa, que puede incorporar un pequeño injerto de hueso para prolongar la vida de los dientes y evitar la extracción.
- En la periimplantitis→ cuando ya se han colocado implantes dentales y se pierde hueso alrededor de estos. El paciente aprecia en ese momento síntomas tales como inflamación, enrojecimiento, hemorragia o supuración en relación a los implantes. De manera similar a los dientes, en algunas situaciones puede estar indicada una cirugía peri-implantaria regenerativa en la que se realiza el injerto óseo para prolongar la vida de los implantes afectados.
- Proceso de recuperación monitorizado→ los especialistas en cirugía bucal e implantología pautan una serie de indicaciones que tendrán que seguir los pacientes para lograr una exitosa recuperación. Se le recetará antibióticos y también analgésicos con el fin de prevenir infecciones y aliviar el posible dolor tras la intervención. Cabe destacar que los injertos óseos más importantes pueden provocar inflamación o hinchazón, pero esta desaparecerá en una o dos semanas.
- Higiene oral→ factor importante para evitar posibles infecciones que pondrían en riesgo la efectividad del injerto. Para garantizar una correcta cicatrización, el paciente deberá seguir las indicaciones de los especialistas y asistir a las citas de control durante los meses posteriores a la intervención.
- Evitar el tabaco→ el tabaco provoca vasoconstricción, lo cual reduce el aporte sanguíneo a la zona que queremos regenerar. También favorece la aparición de infecciones. Por eso se recomienda evitar el tabaco el mayor tiempo posible después de un injerto de hueso. En algunos injertos poco importantes es posible continuar fumando, pero es aconsejable reducir el número de cigarrillos a menos de 10 al día.
Tras un injerto óseo el postoperatorio suele cursar con inflamación evidente durante una o dos semanas. El dolor es muy llevadero si se toma la medicación analgésica prescrita por el profesional.
El principal riesgo de un injerto de hueso es la infección del injerto. Para que esto no ocurra es primordial seguir los consejos e indicaciones de los especialistas, sobre todo en cuanto a higiene bucal y a dejar/reducir el tabaco. Si se infecta, el paciente notará dolor y mal sabor de boca. En caso de duda, es aconsejable acudir a la clínica dental cuanto antes a que el profesional lo revise.
Después del injerto de hueso se deben esperar varios meses para dar tiempo al organismo a que incorpore el material y cree hueso nuevo y fuerte. La espera variará entre los 4 y los 9 meses en función del tamaño del defecto que se quiere regenerar y de la técnica empleada. Es importante ser paciente y respetar los tiempos.
Cabe destacar que en casos en los que el defecto de hueso no es severo, suele eser factible que el especialista pueda realizar el injerto y colocar los implantes en una única intervención quirúrgica. Dicha decisión dependerá de una evaluación muy exhaustiva por parte de los especialistas en cirugía bucal e implantología, que incluso pueden decidir cambiar de opinión durante la propia intervención.
Casos clínicos de injerto óseo
A continuación encontrarás una selección de los mejores casos clínicos de injerto óseo que hemos llevado a cabo.
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